Obtén un bronceado perfecto sin dañar la piel
Si estás buscando un equilibrio entre el bronceado perfecto y el cuidado de la salud de tu piel, sigue estas recomendaciones. Antes de comenzar, siempre protejámonos de los rayos ultra violetas (UV). El bronceado no es nada más que una respuesta de tu piel a la exposición de la radiación producida de los rayos UV del sol. La piel para protegerse de la radiación, oscurece su tonalidad produciendo más melanina. Durante este proceso, la piel envejece más rápido y no descarta potenciales consecuencias en la salud. Por eso, sea cual sea tu elección de productos para broncearte, siempre elige con protección UV. Y, si es biodegradable y mineral, es un plus.
Tomar sol, no es negociable.
Conseguir el tono perfecto puede resultar una tarea complicada, no todas tenemos el mismo tono de piel ni tampoco nos bronceamos por la misma cantidad tiempo. Entonces, ¿con mi piel cuánto tiempo y qué protección necesito?
1. Piel oscura
a. Nivel de protección necesaria: 6 – 10 SPF
b. Tiempo de exposición al sol: 90 min
c. Mayor a 90 min: 30 SPF
2. Piel clara oscura
a. Nivel de protección necesaria: 6 – 10 SPF
b. Tiempo de exposición al sol: 60 min
c. Mayor a 60 min: 30 SPF
3. Piel bronce o trigueña
a. Nivel de protección necesaria: 10 – 15 SPF
b. Tiempo de exposición al sol: 45 min
c. Mayor a 45 min: 30 SPF
4. Piel clara mixta
a. Nivel de protección necesaria: 15 – 30 SPF
b. Tiempo de exposición al sol: 45 min
c. Mayor a 45 min: 50 SPF
5. Piel clara
a. Nivel de protección necesaria: 25 - 50 SPF
b. Tiempo de exposición al sol: 20 min
c. Mayor a 20 min: no se recomienda
6. Piel muy clara
a. Nivel de protección necesaria: 30 - 50 SPF
b. Tiempo de exposición al sol: 10 min
c. Mayor a 10 min: no se recomienda
¡Mi piel, siempre debe estar perfecta!
Unas merecidas vacaciones al sol, no solo te da el tono de piel que quieres, sino también te otorga beneficios naturales como la absorción de Vitamina D y liberación automática de endorfinas (las hormonas que nos hacen sentir bien). Pero, ¿cómo mantener una piel tersa y suave sin dejar de sacar provecho al sol? Para eso, debemos tener una piel siempre bien hidratada, nutrida y descansada. Aunque no sea siempre fácil conseguirlo, aquí una guía básica para estar saludable y verse bien.
Dormir entre 7 y 8 horas al día ayuda a rejuvenecer a todo el cuerpo, y la piel no es una excepción. Un buen descanso ayuda a la piel a recuperarse de las marcas y daños del día a día. Una dieta alta en betacaroteno, no solo ayuda a darte un tono especial de piel, sino que también te protege absorbiendo una parte de los rayos UV. El betacaroteno lo puedes encontrar en el mango, camote (batata), papaya, zanahoria, piña, melón, naranja, sandía, pimiento, brócoli, espinaca, cebolla, entre otros. Tomar agua entre 1.5 litros y 2 litros al día es fundamental para obtener un bronceado uniforme y mantener la piel humectada, recuerda que este hábito debe ser cotidiano. Nunca te hará mal utilizar una crema post bronceado para ayudar aún más a tu piel.